No se sabe con exactitud de dónde procedía su
familia, ni el lugar y fecha de su nacimiento, el que se deduce debió ser hacia
la segunda década del XVIII, pues las primeras obras que se le conocen fueron
ejecutadas en 1750; su fecha de muerte se sitúa en los primeros años del siglo
XIX. Sabemos de él que se formó con un supuesto discípulo o seguidor de Vásquez
Ceballos, el maestro Nicolás Banderas, cuya obra no se ha podido aún
establecer, y de quien fue igualmente discípulo el bogotano Bernabé de Posadas,
aficionado a pintar diablos y espantajos, autor de un cuadro de San Miguel
y el diablo; y del Espeluco de las Aguas, en el que representó el castigo
de lo alto impuesto por su irrespetuosa vanidad a una mujer cuya preciosa
cabellera se transformó en un enredijo de serpientes; a este mismo se le
atribuyen los cuadros de la serie sobre la Vida de San Nicolás de
Tolentino que se conserva en el convento del Desierto de la Candelaria y
los cuadros del Apostalado de la iglesia de la Tercera en Bogotá.
Gutiérrez, a quien se ha conocido como "el
pintor de los virreyes" por ser este grupo de retratos una de las partes
más conocidas y vistosas de su obra, y a la que con poco conocimiento de la
totalidad de ella se ha dado mayor importancia, tiene sin embargo un buen
número de lienzos de temática religiosa, que en algo nos recuerda a los
artistas del siglo XVII, razón por la cual decíamos al principio que su pintura
no representa un total rompimiento con la temática del siglo anterior. Unos
cuantos cuadros de este carácter son casi réplicas de algunos de Vásquez
Ceballos, aunque con la expresión, técnica y colorido propios de Gutiérrez, que
asimiló algo del nuevo estilo del rococó originado en Francia, siendo por ello
considerado como el principal precursor de esta tendencia pictórica en
Colombia.
Una buena parte de su producción se ha
conservado desconocida o inadvertida en conventos, iglesias y algunas
colecciones públicas y privadas. Las áreas de mayor difusión de sus pinturas,
que se sepa, están en la ciudad de Bogotá y sus proximidades, en el
departamento de Boyacá y en el de Antioquia, caso este último sobre el cual nos
dan testimonio los inventarios del patrimonio artístico de varios sitios de ese
departamento realizados por la oficina local de Colcultura, labor que ha estado
a cargo principalmente de Gustavo Vives Mejía.
Entre sus obras se encuentran:
Virrey Manuel de Guirior
Virgen
con el Niño
San
Felipe Benicio
María Tadea González Manrique del Frago Bonis, marquesa de San Jorge de Bogotá.
Información e imágenes tomadas de
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